
El término Disonancia Cognitiva, un concepto destacado por el psicólogo social Leon Festinger en la década de 1950, en su libro “Teoría de la Disonancia Cognitiva”, refleja la necesidad que tenemos las personas para lograr una coherencia o armonía entre nuestras creencias internas, actitudes y comportamientos.
Podríamos decir que se manifiesta como una “incomodidad mental” o “tensión” cuando nuestras creencias o valores entran en conflicto con acciones o conductas. Este fenómeno no solo se manifiesta a nivel individual y personal, también puede tener un impacto significativo en la cultura empresarial y que es importante reconocer.
Identificando Disonancia Cognitiva en un mindset ágil
En el contexto del mindset ágil, la disonancia cognitiva puede surgir cuando los equipos se enfrentan a situaciones que contradicen los valores o la misión declarada en la organización. Por ejemplo, una empresa que promueve la transparencia y la integridad pero que, en la práctica, oculta información importante a sus colaboradores o líderes, puede generar un conflicto y ruido interno.
Un primer paso es reconocer el reto que implica abordar la posible existencia de disonancia cognitiva, reto que no está ausente de coraje y valentía. Encontramos principalmente 3 señales que nos pueden dar las primeras luces de este conflicto en las siguientes dimensiones:
1.- Brechas entre Valores y Comportamientos: Una organización puede proclamar valores como la integridad y la transparencia, pero si sus acciones cotidianas muestran lo contrario, se crea una brecha significativa que genera disonancia cognitiva en los colaboradores, a nivel organizacional o de equipos.
2.- Incongruencias entre el Discurso y la Acción: Cuando los líderes empresariales promueven discursos motivadores sobre el trabajo en equipo y la colaboración, pero sus decisiones y políticas desalientan la participación y la comunicación abierta, se genera una contradicción que puede mermar la confianza, motivación y compromiso del equipo.
3.- Bajo Alineamiento entre Objetivos y Recursos: Si una organización establece objetivos ambiciosos pero no proporciona los recursos necesarios para alcanzarlos, los empleados pueden experimentar una disonancia entre lo que se espera de ellos y lo que realmente pueden lograr, llevándolos a la frustración y la desmotivación.

¿Cómo cultivar una cultura organizacional coherente?
Para abordar la disonancia cognitiva y promover una cultura organizacional basada en la gestión ágil y coherente, encontramos 5 elementos a cultivar:
En palabras del propio autor Festinger, “Las personas nos sentimos incómodas cuando mantenemos simultáneamente creencias contradictorias o cuando nuestras creencias no están en armonía con lo que hacemos»
En conclusión, mantener el ruido e incomodidad mental sin reconocer la existencia de disonancia cognitiva podría ser un obstáculo para desarrollar una cultura empresarial ágil y coherente. Un primer paso es reconocer que existen conflictos internos y que pueden ser abordados, por ejemplo propiciando espacios conversacionales que promuevan hablar abiertamente sobre creencias contradictorias, así las organizaciones pueden cultivar una gestión que impulse sostener las transformaciones, el crecimiento y el éxito a largo plazo.
Primer paso, reconocer que este ruido e incomodidad, existe!
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Escrito por Julia Sánchez | Consultora en Cultura Empresarial | AGILE FACTOR